La armonía del equipo y su productividad empiezan arriba, esto es incuestionable. En España, las bajas laborales son un síntoma de que las empresas están haciendo algo mál. Los equipos, no son maquinas a quienes someter a jornadas intensivas de trabajo; sino que son individuos que deben ser potenciados y estructurados para que la empresa mejore en un trabajo de conjunto.
Durante décadas, he coordinado entramados profesionales en los que interactuaban directivos, políticos y puestos de alto mando que requerían entender como motivar a sus trabajadores. Por mucho que intentasen mejorar la calidad de los proyectos o de crear el productor perfecto; eran los equipos y la eficiencia del grupo, el factor determinante del éxito de la empresa. Sus lideres se ven, en ocasiones; incapacitados en ciertas áreas o sometidos a situaciones de mucho estrés; lo que genera a todo la estructura humana un handicap imprescindible para el trabajo orgánico.
Mi misión fue siempre replantear en cada entramado, métodos jerárquicos y motivaciones que nazcan de la empatía y visión esquemática para buscar una mejor funcionalidad y que genere un techo solido para proteger los intereses tanto del equipo directivo como de los trabajadores.
En estas sesiones, trabajaremos sobre todo el encontrar como liderar con cabeza, con empatía y con herramientas propias que faciliten el éxito del conjunto, pues si todos ganan, la empresa es la que mejor sale parada.